En 2028 se espera que este segmento tecnológico alcance los 645,7 millones de unidades vendidas y un valor de 500 millones de dólares para 2029.
La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para proporcionar a los wearables más funcionalidad y un rendimiento mejorado, permitiendo diagnósticos más precisos y la toma de decisiones y medidas proactivas.
Los «wearables» o dispositivos electrónicos vestibles, como los smartwatches, los rastreadores de ejercicios, lentes, anillos y ropa inteligente, etc., actualmente incorporan una tecnología que era impensable hace una década. Sensores cada vez más sofisticados, enriquecidos con nuevas funcionalidades, que permiten desde poder geolocalizar a nuestros seres queridos (niños, mayores, personas con algún tipo de demencia) e incluso a nuestras propias mascotas, medir nuestra actividad física o monitorear una amplia gama de parámetros de salud –la glucosa, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, la temperatura corporal, los niveles de estrés, el oxígeno en la sangre, la calidad del aire y del sueño, con el objetivo de mejorar la salud y la vida de las personas.
En palabras de Rafael Escobar, Channel Manager IoT/M2M de Alai Secure, “son dispositivos IoT, lo que significa que están conectados a una red y permiten intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas”. Escobar apunta que «esta conectividad permite, además, enviar datos a plataformas con diferentes campos de aplicación: sector médico o sanitario, seguridad, fitness, tracking, siendo estas plataformas las encargadas de controlar, analizar y realizar predicciones usando técnicas de aprendizaje automático e Inteligencia Artificial. En esta última etapa es donde se crea la magia que nos permite comprender, predecir y anticiparnos con precisión”.
Las ventas de wearables mejorarán un 10,5% este año, llegando hasta los 559,7 millones de unidades. Para 2028 este segmento tecnológico debería alcanzar los 645,7 millones de unidades vendidas, según estima International Data Corporation (IDC).
“El principal reto al que se enfrenta esta industria es el de garantizar la seguridad de los datos. Toda la data que transmitimos a través de estos wearables debe viajar de forma segura. Desde Alai trabajamos para brindar a nuestros clientes una solución de conectividad completa que permita asegurar, por un lado, la disponibilidad del servicio, y por otro, la seguridad en las comunicaciones”, aclara el ejecutivo. “Garantizar la seguridad de los datos en toda la cadena de valor exige que tanto fabricantes como empresas prestadoras de servicio hagan un esfuerzo y se homologuen para garantizar el servicio y mantener a salvo la privacidad de los usuarios y de sus bienes”, apunta.
“Nosotros como operador M2M/IoT ofrecemos conectividad segura y ayudamos a fabricantes y empresas prestatarias de servicios a que esta información fluya en las dos direcciones, asegurándola y haciéndola privada. Las técnicas de IA juegan un papel importante en este sentido y ayudan a que estas compañías hagan diagnósticos más precisos y permitan la toma de medidas proactivas”, subraya.
¿Qué impacto tiene la IA en este sector?
La IA impacta en las funcionalidades de los wearables de diversas formas permitiendo disponer de:
- Análisis de datos más profundos y detección temprana de enfermedades: los wearables con IA pueden procesar grandes volúmenes de datos –frecuencia cardíaca, de sueño, de actividad física…–, lo que permite detectar patrones y anomalías que podrían indicar problemas de salud física o mental, permitiendo a su vez al usuario final tomar medidas proactivas.
- Recomendaciones personalizadas: gracias al análisis exhaustivo de datos, pemite ofrecer recomendaciones de estilo de vida basadas en el comportamiento y condiciones de salud de la persona o de nuestra mascota. Cambios en la rutina de ejercicio o alertas para llevar a nuestra mascota al veterinario en caso de detectar alguna anomalía, por ejemplo.
- Mejora de la experiencia del usuario: a través de una interacción intuitiva, gracias a la integración de asistentes virtuales y al reconocimiento de voz, lo que genera una comunicación mucho más natural con el wearable.
- Sistemas de gamificación y motivación: La IA crea experiencias personalizadas que fomentan el uso del dispositivo, muy oportunas en aplicaciones específicas de fitness, yoga o meditación.
“Aunque se trata de un mercado aún muy incipiente, pese a tener un crecimiento muy notable en estos últimos años, hay varios desafíos a los que se enfrenta el sector. La escasa duración de su batería es un gran inconveniente. Pero, sin duda, el más destacado es el de la privacidad y la seguridad de datos. La recopilación de información sobre la ubicación y la salud de las personas y de sus mascotas presenta riesgos significativos si no se plantean las medidas de seguridad adecuadas”, advierte.
Fuente: Grupo Ingenium